El año 2017 será un año clave para el gobierno de Enrique Peña Nieto, pues de no concretarse una mejoría palpable y tangible en el nivel de vida de los mexicanos muy difícilmente el PRI retendrá la presidencia de la república.
El objetivo es asaz difícil porque no hay buenos auspicios para este nuevo año que se avecina. Por un lado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público liberarán los precios de la gasolina a partir de enero del 2017, lo que generará un aumento del 20 por ciento en el costo actual del combustible.
En ese sentido, aquí en el Estado de Colima, la gasolina se comprará a 16.14 pesos el litro de magna; esto en los municipios de Colima, Villa de Álvarez, Coquimatlán y Comala, mientras que en Armería, Manzanillo, Ixtlahuacán, Minatitlán y Tecomán se cotizará en 15.95 pesos el litro.
El aumento de la gasolina en el próximo mes de enero –en unos cuantos días—detonará un efecto inflacionario, que tendrá sus principales repercusiones en los alimentos de la canasta básica y en casi todos los productos cuyo insumo principal sea la gasolina.
Es decir, que el dinero no ajustará porque los productos serán más caros; la vida se encarecerá y se aumentará la precariedad, sobre todo en las familias de escasos recursos o que ya se encuentran en pobreza extrema o alimentaria.
De no contrarrestar estos perniciosos efectos, el gobierno de Enrique Peña Nieto le entregará en bandeja de plata la presidencia a los panistas o Andrés Manuel López Obrador, porque de no mejorar el bienestar de vida de los mexicanos se ve difícil, casi imposible, que el PRI pueda configurarse como una competencia real.
Dos puntos
El periódico de fama internacional El País publicó un reportaje sobre el nivel de ejecuciones que ha registrado Colima en este año –más 500–, estadística que coloca a la entidad como una de las más violentas a nivel nacional. Sin embargo, el trabajo informativo se quedó en lo declarativo y en la estridencia de la cifra, pues no indagó ni profundizó sobre las causales de la violencia delincuencial, asociadas principalmente con el aumento del consumo de drogas –narcomenudeo—y el trasiego de éstas en el puerto; soslayó también la importancia de una adecuada modernización de los cuerpos de inteligencia de la policía y la necesidad, cada vez más imperiosa, de mejorar el sistema de justicia, el cual se ha vuelto hiperprotector de los derecho de los delincuentes. Son aristas que un buen reportaje debió analizar, ya que en gran parte son el origen de esta problemática.