El ex secretario general de Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC), Leonardo César Gutiérrez Chávez, responsabilizó al Rector José Eduardo Hernández Nava por evasión fiscal que mantienen a la institución educativa como «contribuyente incumplido».
Gutiérrez Chávez dijo que con esta «evasión fiscal», la casa de estudios daña a los contribuyentes, a la Hacienda Pública Federal y a todos los trabajadores universitarios.
El 15 de junio, Perriodismo reveló que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) canceló a la Universidad su certificado de sello digital por su omisión en el pago de impuestos.
Asimismo, la Auditoría Superior de la Federación detectó que en el año 2012, la institución no pagó 129 millones de pesos del Impuesto Sobre la Renta.
El ex líder sindical calcula que esta situación ha ocurrido anualmente desde el 2010, lo que significa que al menos 400 millones de pesos retenidos a los trabajadores universitarios no son entregados al SAT.
En ese sentido, señaló que si este monto ha sido utilizado para otros fines ilícitos, podría catalogarse como lavado de dinero.
«La Universidad de Colima no ha corregido dicho incumplimiento y probablemente esté haciendo todo tipo de gestiones para que la Secretaria de Hacienda y Crédito Publico, vía el SAT, retire la querella en contra de las autoridades universitarias y condone dicho adeudo», indicó.
Sostuvo que aunque Hernández Nava fue reelecto «fast track», no existe garantía que tome posesión el 1 de febrero de 2017 toda vez que podría ser sentenciado antes por «el delito de fraude fiscal», lo que lo limita a ocupar el cargo.
Según la fracción V del artículo 26 de la Ley Orgánica de la Universidad, para ser Rector se requiere «no tener antecedentes penales por delito intencional».
«La defraudación fiscal es un delito intencional de acuerdo al Código Fiscal de la Federación, y con la aplicación de la Ley se viene abajo el segundo periodo rectoral», puntualizó.
Gutiérrez Chávez también responsabilizó por la evasión fiscal a la Dirección de Recursos Humanos, a la Coordinación Administrativa y Financiera, así como a la Tesorería, «sin descartar otras direcciones y coordinaciones».