Desde que era estudiante de Derecho y ahora ya con cinco años ejerciéndolo, en diversas ocasiones amigas y amigos me han solicitado que les explique algún tema aparentemente relacionado con las leyes. Con gusto siempre tengo la disposición, sin embargo, esto siempre me ha llevado a concluir que, si bien es importante la profesión de la abogacía, también es relevante fomentar la cultura de legalidad como un conocimiento de la ciudadanía.
Existen muchos autores que definen la cultura de legalidad, sin embargo, quisiera compartir lo que significa para mí: la cultura de legalidad es el conocimiento sobre las obligaciones y derechos que están regulados en las normas y nuestra relación como ciudadanos para ejercerlos y cumplir con ello.
La cultura legal nos muestra, tanto en sentido particular como general, todos los derechos y obligaciones que están regulados a nivel nacional e internacional, normas que se expresan desde los tratados internacionales de los que México es parte y cómo impactan en la legislación nacional.
Conocer sobre cómo funcionan las leyes no es tarea solamente de aquellos que nos dedicamos a la abogacía, sino de todos como ciudadanos. Sin embargo, también es importante que aquellos que tenemos el conocimiento técnico de los temas legales, compartamos lo aprendido, para así fomentar la cultura de legalidad.
Este conocimiento no solamente nos ayuda a resolver cuestiones particulares, sino también para la vida diaria, porque las reglas están en todos lados, desde si te cortan la luz o el agua sin motivo, si una tienda departamental te hostiga con cobranza y hasta para hacer un “simple” contrato de compra venta.
Derivado de mi conclusión personal sobre la importancia de fomentar la cultura legal, en el año 2018 inicié un proyecto “Andy Legal Tips”, el cual tiene como principal objetivo compartir temas legales de la vida diaria.
No ha sido fácil abordar temas relacionados con legalidad, puesto que para compartirlos es importante ser objetivos e ir más allá de lo que las leyes mencionan en su literalidad, debido a que la práctica de la cultura legal conlleva a encontrarnos con obstáculos, como lo es el sistema judicial, el sistema de aplicación por parte del Poder Ejecutivo de las leyes y reglamentos, y con las políticas públicas mal planteadas, que en lugar de fomentar la legalidad la entorpecen.
Es un reto constante como ciudadanos aprender de temas que nos incluyen a todos; las iniciativas de leyes y la aplicación de las mismas, no deben ser exclusivas para los abogados, sino para todos.
Como abogados, tenemos la responsabilidad profesional de compartir el conocimiento jurídico, para que todos puedan resolver los problemas y cuestionamientos legales de la vida diaria, porque la cultura de la legalidad debe ser una tarea de todos.