Colima, Col.- Llegó a Colima la tan ansiada Quincuagésima Novena Legislatura, destacando MORENA en mayoría y ondeando su bandera de austeridad, misma fracción parlamentaria que propuso y aprobó la emisión de la Ley de Austeridad del Estado de Colima en diciembre de 2018, y hasta entonces todo marchaba con acciones políticas que no presentaban ningún tipo de contradicción a lo propuesto en campaña.
Pero es muy difícil mantenerse ondeando una bandera de la cual no se es afín, ya que a la fecha con tantos intereses políticos de por medio, para la proyección del Presupuesto estatal del año 2020 no hubo quien continuara ondeando la bandera de austeridad.
Se redujeron 110 millones a la Universidad de Colima, 10 millones al Poder Ejecutivo y al Poder Judicial le determinaron el mismo presupuesto del año 2019; sin embargo, los diputados dicen que solo se reasignaron los fondos, en su caso se aumentó 129 millones de pesos a la Secretaría de Salud, 8 millones 447 mil pesos al presupuesto de la Secretaría de Desarrollo Social Colima respecto del año 2019 y 131 millones 295 mil pesos a la Secretaría de Educación.
Pero entre los recortes y reasignaciones a los fondos, ya sin nadie que ondeara la bandera de austeridad, vino el desmesurado aumento de 20 millones de pesos al Presupuesto del Poder Legislativo para el año 2020.
Los diputados en el intento de justificar que se debe a los bonos, fondo de ahorro, aumentos por presidir una comisión, telefonía, sueldos, alimentación, combustibles, entre otros gastos, así como la consideración a la inflación, esto no basta para evidenciarse que no hay congruencia ni política ni legal de tal aumento, ya que la misma Ley de Austeridad que fue emitida por el ahora incongruente Congreso estatal, refiere que los incrementos al Presupuesto no podrá exceder del gasto inmediato anterior.
Y es que para que fuere racional tan desmedido aumento, habría sido importante demostrar los gastos del Congreso del año 2019, así como las necesidades razonables de aumentar 20 millones de pesos al presupuesto, pues como se refiere en el análisis de la iniciativa hecha por MORENA de la normativa en comento, con la austeridad se busca canalizar los recursos presupuestales y no malgastarlos en alta burocracia, llena de prebendas y privilegios.
Es entonces la disyuntiva de saber, qué finalidad tiene un aumento tan considerable si no es para privilegios o beneficios, quizá, personales.
Lo ideal sería que la Legislatura actual no solo justificara el aumento a sus fondos en razón de gastos tan sencillos, sino que ese mismo incremento se llegue a reflejar en un beneficio a la sociedad colimense, como lo es en la generación de empleos dentro de la Legislatura, en la proyección de acciones políticas que generen propuestas legislativas por parte de los ciudadanos o estudios sociales que deriven en normativa estatal a beneficio de Colima.