Me quedé con las ganas

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Perriodismo se va y no tendré más este espacio maravilloso para decir lo que pienso, lo que siento y lo que me cuentan. Durante algún tiempo fue la puerta por donde salieron mis ideas, libres,  que llegaron a otras personas, quienes las  reprodujeron y  donde también se diluyeron. Perriodismo me dejó contar mis historias como yo quería contarlas. Gracias por hacer esto posible. Por la confianza y la apertura. Recuerdo que ese fue el trato. Si iba a escribir, escribiría de lo que yo quisiera, como yo quisiera. Y así fue. La libertad de las letras fue absoluta. La censura es una palabra que nunca tuvo cabida en Perriodismo. No se puede decir esto de otros medios. Me gustó mucho escribir aquí. Fue grato comunicarme  con tanta y tanta gente que no conozco personalmente pero a la cual agradezco las interacciones, las discusiones entabladas a partir de las publicaciones. Se que no siempre estuvieron de acuerdo en la forma en como contaba las historias o con lo que decía en ellas, pero definitivamente, fue grato discutir, con quienes así quisieron, el trasfondo de las mismas. Porque mas importante que estar de acuerdo, es poder discutir las ideas con pasión y sobre todo, con libertad. Los voy a extrañar. Gracias a Perriodismo por ser esta ventana donde pudimos asomarnos al mundo desde otra perspectiva. 

Hay muchas cosas que no dije y que tendré que buscar la ocasión para hacerlo. No se donde. No se cuando, pero lo haré. Cuando sea el momento. Cuando encuentre el espacio adecuado. 

Me quedé con ganas de hablar del viento y del volcán y de la luna, del vendedor de elotes que pasa por mi casa con la voz de mujer grabada en una usb, que se repite sin cesar y que invita a comprar su mercancía; quería hablar de los cabellos recolectados para hacer las pelucas para niños con cáncer, que se quedaron guardados en la oficina de la señora del rector, porque nunca se mandaron a hacer las pelucas y de tantas historias interesantes que se cuentan en torno a esta figura que quieren que sea la rectora. Me quedé con ganas de hablar  las materias optativas que se cobran aparte en la universidad, a pesar de que están en el plan de estudios y los alumnos pagan la inscripción y la colegiatura; no podré hablar de eso; tampoco de los niños que matan niños, ni de los millones que el gobierno de Mario le dio al PRI; tenía ganas de escribir sobre la rosa de la abundancia y de todos sus pétalos que andan por ahí, buscando ser parte de otra flor donde ellos sean los pistilos ganadores, o de las cadenas que mandan por whatsapp, donde disfrazan maldiciones como bendiciones, diciéndote que si no se la mandas a cincomilcien personas  mas,  mañana te va a crecer una cola de burro en la frente o cosas como esas. No, no escribiré sobre eso. Ni del clima ni de la contaminación, ni de la escasez de agua ni de la abundancia de corruptos en el gobierno, no escribiré sobre las mujeres y sus luchas ni de lo que las hace llorar, sufrir, vivir, gozar. No escribiré más. No en Perriodismo. Adiós.