¿Qué piensa la gente que lleva recluida tantos años en la cárcel? ¿Qué piensa de la vida, qué espera de ella? Son algunas de las preguntas que responderá el profesor investigador de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, Carlos Diez Salazar, en su proyecto Anhelos de libertad: Historias por contar desde la celda.
En entrevista con Perriodismo, Carlos Diez explicó que durante diez semanas trabajará con un grupo de presidiarias y presidiarios del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Colima para recopilar en un libro sus experiencias de vida, su percepción sobre la libertad y sus ilustraciones.
Las historias serán transcritas y corregidas por sus alumnos pero se contrapondrá el texto original de puño y letra de su autor en el libro, el cual podría publicarse en mayo de 2017.
A decir del investigador, la experiencia que le deja este tipo de proyectos es “untarse de humanismo” y la posibilidad de compartir con gente como él que vive en circunstancias diferentes.
“Se trata de darles voz y que la gente conozca que ahí también hay seres humanos iguales a nosotros que tienen necesidades diferentes, que están relegados desde hace muchos años”, comentó el catedrático.
“Las grandes diferencias que existen entre todos los seres humanos están resumidas en una cosa: la igualdad. Podemos ser como seamos, pero no somos sino una sola cosa: seres humanos. Eso es lo que me deja y me recuerda todos los días que soy un ser humano y que estoy trabajando con seres humanos”, agregó.
Desde hace tres semanas, el investigador —acompañado por alumnos de la Facultad— trabaja con dos grupos de reclusos, uno de 17 mujeres y otro de 15 hombres. La participante más joven tiene 20 años de edad y el más grande, 60.
En un espacio de cuatro horas, cada grupo comparte novelas, cuentos, poesía y realiza ejercicios literarios con el propósito de generar en ellos el deseo de escribir o dibujar sus experiencias de vida. Comentó que hay personas que no saben escribir pero desean contar su historia, por lo que sus alumnos o él mismo escriben lo que el recluso les dicta.
“Por ejemplo una persona que dice que no escribe me entregó a renglón seguido 14 cuartillas contando su historia (…) Responden preguntas como ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Para dónde voy?”, explicó.
Carlos Diez espera que su obra llegue a las universidades y a las cárceles de todo el país “como un ejemplo de que se pueden hacer cosas positivas en miras a la realización social”.
El proyecto Anhelos de libertad: Historias por contar desde la celda, es uno de los beneficiados por el Programa de Desarrollo Cultural para la Atención de Públicos Específicos de la Secretaría de Cultura de Colima.