Qué esperamos de nuestros hijos

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Hace días hice un ejercicio con estudiantes de una universidad en San Salvador, donde los y las jóvenes de licenciatura, escribieron las expectativas que tenían para sus hijos e hijas Hace unos días conté lo que esperaban de sus hijas. Ahora quiero contarles lo que opinaron de sus hijos.

Para los y las jóvenes universitarios/as salvadoreños/as, las expectativas son mas complejas y variadas para sus hijos que para sus hijas, de quién esperan una vida basada en valores, esperando que sean honestos, humildes, trabajadores, de provecho para la sociedad, hombres de bien, responsables, respetuosos, correctos, independientes, educados, que disfruten sanamente con sus amistades, amables, inteligentes, creativos, alegres, íntegros, imparciales visionarios, buen ejemplo, perseverantes, constantes, valientes, luchadores y trabajadores.

Respecto a la toma de decisiones, se espera que tengan capacidad para elegir: amigos, carrera, esposa, objetivos que perseguir, lo bueno y lo malo.

Aunque las respuestas relacionadas con la divinidad fueron mas escasas con respecto a las respuestas que dieron sobre lsus hijas, señalan que para sus hijos, la relación con dios sea de servicio, con amor y con temor al ser supremo, llenos de fe, donde “ sepa apreciar las bendiciones que Dios le brinda en cada día de su vida” , “que camine de la mano de Dios” y que ponga a Dios siempre en primer lugar.

Esperan que sus hijos tengan características muy propias del género masculino: astuto, profesional, que luche por cada uno de sus sueños y metas, que tenga y tome sus propias decisiones, que pueda lograr todo lo que se propone y que, como hombre que es, tenga éxito, luche pos su metas, objetivos, sueños y visiones, que sea caballeroso, sencillo, que le guste trabajar, rico, decidido.

No se concibe a los hombres sin familia propia, por eso, los y las jóvenes salvadoreños/as esperan que sus hijos se casen y tengan una familia a la que amen y sean buenos padres, que sepan valorar y amar a una mujer, la cual debe ser su esposa, a la que se espera que la trate como se merece, aunque no queda claro a que se refieren con eso. Sus expectativas en este rubor es que sean heterosexuales, porque se espera que puedan complementarse con su compañera y que si aman, amen a una sola mujer.

Las expectativas machistas, estereotipadas, tiene relación con que no se deje intimidar por nadie y que conquiste el mundo “viviendo como la puta ostia”, siendo libre sin tener miedo a la muerte, sin dejarse guiar por nadie y aferrándose a sus propias convicciones, siendo fuerte pero con medida, independiente y cuidadoso con todos, con capacidad de mantenerse solo sin depender de nadie y sabiendo defenderse, además de que sea capaz de “conseguir” una mujer la cual lo haga valer y lo apoye el resto de su vida, que sea deportista, atleta, específicamente futbolista y que tenga buena salud.

No solo se desea que sea un profesional, sino que se mencionan las profesiones consideradas más importantes para el género: arquitectos y médicos son consideradas profesiones aceptables para los hijos, buscando con ello respeto, reconocimiento, éxito profesional y la compra de satisfactores personales, como casa y carro y “todo lo necesario” y «todo lo que yo no tuve», aunque no especifican de que se tratan estas frases. También los negocios propios y la dedicación como profesionales en el fútbol y el basquetbol son importantes y posibles.

Por último, las expectativas no machistas están relacionadas con un trato igualitario para sus esposas, entendiendo que hombres y mujeres son iguales, donde aporten en los oficios del hogar, sin ser machistas ni mujeriegos y que no fomenten estereotipos, siendo “hombres de verdad” y no los “machos” que la sociedad quiere, que no vean a las mujeres como “fábricas de hijos” y que crean incondicionalmente en la igualdad de género.

Sin duda, sus respuestas son muy interesantes ¿verdad?