De tanta idea no se hace oposición

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Todos queremos que las cosas cambien. Queremos erradicar la corrupción, queremos que terminen las olas de homicidios y anhelamos una ciudad que nos permita tener una calidad de vida (aunque existan muchas formas de entender eso). La pregunta es por qué no podemos tener aquello a lo que todos aspiramos.

Zygmunt Bauman dice que en nuestros tiempos lo que sobran son ideas, pero estamos carentes de agencias para llevarlas a cabo. Un claro ejemplo de esto es la proliferación de propuestas que han surgido a raíz del escándalo de los diputados colimenses, todos proponen algo pero nada termina de cuajar a tal grado de que las cosas cambien.

Una vez identificado un mal escoja usted la opción de su preferencia para tratarlo: El PAN, el PRI, los diputados sin partido, Locho, Lety Zepeda, el Morena del General Gallardo, el Morena de Vladimir Parra o los bienintencionados ciudadanos que organizan protestas y firmas de peticiones en internet. Y como salida final siempre queda encogerse de hombros o dar la espalda.

Pero no se trata solo de quién propone, sino de qué proponen y lo que con ello se evidencia. Tenemos propuestas para eliminar el fuero, vender el avión del gobierno, tener más transparencia pero dejar los gastos de los funcionarios intactos. Hay propuestas para bajar únicamente el sueldo de los diputados sin tocar a los demás cargos públicos y hasta la firme determinación de eliminar el gasto en previsión social.

En esta feria de propuestas se evidenció la inoperancia de los partidos de izquierda. El General Gallardo retomó a medias una propuesta de ley de austeridad que su partido hizo durante las pasadas campañas electorales y la otra facción de Morena desde lo mediático pidió a los diputados una resignación de partidas. Extrañamente Martha Zepeda, solitaria rescatista del PRD, ha estado ausente del debate

Se evidenció que Movimiento Ciudadano no es Locho, y que la legisladora de su partido no actúa bajo las órdenes del primero. Se evidenció la testarudez y cinismo de la bancada del PRI, que dijeron transparencia sí pero reducción de partidas no. También se evidenció la inocencia o falta de oficio del PAN al querer eliminar de todos los niveles de gobierno el ejercicio de partidas de ayuda social, como si sólo de valores se alimentara nuestro sistema político.

Como ciudadanos ni para donde hacerse, pues es claro que volverse promotor de cada una de estas limitadas propuestas es hacerle el caldo gordo a los políticos que las proponen, y sin promoción ciudadana las posibilidades de éxito son limitadas ¿Por que será que desmovilizan y fragmentan en lugar de sumar y desbordar?

Lo más grave es que se evidencian trabas de la aclamada sociedad civil. A pesar de que proliferan las A.C., los colectivos, las páginas de denuncia y los grupos de activismo cívico, por el momento no hay visos de que una plataforma «ciudadana» se plante de frente a los líderes vetustos que acaparan medios de comunicación y la capacidad de convocar

Por cierto ¿Dónde están los Cómo Vamos Colima? capaz que el debate podría servirles para obtener la partida presupuestaria que andaban buscando.