Para responder a esta pregunta primero se debe analizar a los candidatos a gobernador, sopesando sus cualidades, personalidad, aptitudes, honradez (o falta de ella), objetivos, propuestas, valores y, sobre todo, sus vínculos y relaciones. Debe ser, también, una persona sin vicios.
Y es que los ciudadanos depositamos una confianza en aquella persona que se encargará de dirigir nuestro destino colectivo, por lo que cuidamos que quien nos conduzca sea una persona que tenga las condiciones físicas y mentales para hacerlo: somos pocos los que viajaríamos en un camión o un avión donde el chofer o piloto está borracho.
Es importante, también, reflexionar sobre sus propuestas y si sus objetivos son claros, y sobre todo que éstos se enfoquen en fortalecer el sector educativo, que fomenten la unidad familiar y garantice un gobierno con estabilidad y responsable.
¿Quién gobernaría mejor Colima? Pues la persona más seria. La que no se anda con mentiras, con bromas chabacanas, con payasadas y eslóganes vacuos que se refocilan en lo vindicativo, que fomentan la segregación social, pero que no aportan un plataforma propositiva.
Esos ven hacia atrás. Pero para avanzar, para caminar con rumbo, se tiene que tener la vista enfrente, viendo hacia el futuro.
Dos puntos
Esta fecha decembrina, para algunos la más esperada del año, es un tiempo de reflexión, de revalorar la compañía familiar y la importancia que entrañan los valores de la empatía, la solidaridad, el amor fraterno y la paz. Por eso, desde este espacio, les deseamos una feliz navidad y próspero año nuevo.
Que se la pasan, queridos lectores, de la mejor manera en compañía con sus seres queridos. Y que esta noche buena y mañana de navidad sean de las mejores de su vida.