Por Oscar Martínez Rosales
Un pensamiento recurrente es el de pensar a la narrativa gráfica como un género exclusivamente para niños y cuando se habla de ilustradores que crean literatura se piensa únicamente en los famosos libro-álbum infantiles. No tuve conciencia de que hacía esto hasta que ya no lo hago, pero no sé si quienes diablos se encarguen de organizar y catalogar los eventos de la FIL se percataron de esto también.
En mi visita de la semana pasada a la Feria del Libro iba en busca de alguna presentación que me diera la oportunidad de hacer un texto más dinámico y atrayente para quienes no leen el blog y la columna donde esto será publicado. El programa de mano que nadie me entregó y que tuve que ir a buscar yo mismo, indicaba algo así como “FIL niños, taller ¿Y cómo se hace una novela gráfica? Karrie Fransman, Pabellón de Reino Unido, 14 hrs”.
“Esta es la oportunidad” pensé. “La literatura para niños vende”, le dije a mi acompañante.
Llegamos exageradamente puntuales y pudimos presenciar como el staff retiraba a los adultos de los primeros peldaños de la gradería para que dieran lugar a que los pequeños estuvieran más cerca de la autora. La sorpresa fue que Karrie Fransman, la simpática ilustradora de Reino Unido, dejó muy claro que ese no era un evento adecuado para niños por el tipo de contenido que se iba a presentar.
No supe qué pensar y tampoco qué giro le iba dar ahora a mi texto, por lo que dejé que la duda, mi mejor criterio de selección, hiciera su trabajo.
Karrie, además de ilustración, ha realizado novela gráfica, cómic digital, escultura humorística, fotografía, artículos ilustrados y una gran variedad de narrativas visuales.
Es un acierto que los organizadores de la mega convención piensen un espacio dedicado hacia los niños, pero desacertaron al catalogar temas como la migración de refugiados, la siempre presente tendencia humana a oprimir a los otros (aunque sea un mínimo), la soledad, la vida posuniversitaria o una compleja construcción ficcional (tópicos de la obra de Fransman) como temas que los pequeños comprenderián.
Lejos de este pequeño error, la plática-taller de Karrie fue bastante estimulante. En ella, enlistó los recursos a los que pueden recurrir todos aquellos que gusten del arte visual, el cómic y derivados. Mostró como los títulos, las burbujas, la tipografía o el color, son elementos expresivos que se pueden explotar con suma creatividad, para enriquecer y crear un estilo propio en el trabajo de los ilustradores.
Death of the Artist, novela gráfica de la autora, llamó sumamente mi atención por ser un trabajo doblemente ficcional.
Para crear una obra colectiva, una colección de diferentes estilos visuales, Karrie se aisló en una pequeña provincia del norte de Inglaterra con cuatro viejos amigos. Lo particular del caso, es que esos viejos amigos eran realmente actores que la misma autora contrató para así vivir la experiencia y explotar las posibilidades de su creatividad. A cada actor le adjudicó una personalidad y un estilo artístico propio, viéndose ella en la necesidad de colocarse en los zapatos de cinco personas diferentes, cuatro autores falsos y ella misma como artista.
La obra, según la autora, “es un carta de amor para las maravillosas posibilidades de las historias visuales y experimentos con las múltiples formas de la novela”.
Para cerrar su intervención, y lamentablemente de manera apresurada, pues Karrie se extendió en su explicación, activó la imaginación de los asistentes y nos puso a dibujar tres pequeñas viñetas donde un personaje se tenía que encontrar de manera trágica con aquello que siempre había deseado.
Pensé que esa era una buena forma de terminar su intervención y al acabar mis dibujos se los quise regalar. Mi falta de talento me retrasó y para cuando acabé, ya la abarrotaban muchos seguidores igual de emocionados que yo.
Si te interesa conocer más de su obra, visita su página de internet, www.karriefransman.com, o síguela en Twiitter o Facebook como nosotros ya lo hacemos.
https://colectivokatharsis.wordpress.com/2015/12/08/karrie-fransman-dibujos-que-no-son-para-ninos/