Reforma educativa, pros y contras

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Bitácora reporteril

Los maestros y maestras, más que ir en contra de la Reforma Educativa, no están a favor de la Ley General del Servicio Profesional Docente, esencialmente en el capítulo VIII, que versa sobre la permanencia en el aula: importante la diferenciación para dejar de lado las consignas políticas, que proliferan en la desinformación.

Los docentes bien informados no pueden repudiar la Reforma Educativa, porque ésta implementa acciones operativas que los benefician tanto a ellos como al alumnado. Estos programas son el de Escuela Digna, cuya misión es canalizar más recursos para la mejora de infraestructura educativa.

También está el Escuela de Tiempo Completo que amplía dos horas más la jornada escolar, con su consecuente beneficio económico para el magisterio, además de que los estudiantes tienen más horas de clase, principalmente en materias como español y matemáticas.

La reforma educativa, asimismo, incluye el programa de Escuela de Calidad, en el cual se canalizan recursos a los planteles escolares, con la finalidad de que mejoren los procesos pedagógicos, así como la entrega de más apoyos económicos para el fortalecimiento de la autonomía escolar.

No se debe soslayar que la entrega de computadoras portátiles y Tablet a estudiantes de quinto de primaria se registró en el marco de la Reforma Educativa, que entre sus aspectos busca alcanzar un mayor grado de inclusión y alfabetización digital.

La Reforma Educativa es positiva: es la mejor reforma impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, la Ley General del Servicio Profesional Docente debe ser susceptible a modificaciones.

Primero, aunque el magisterio en Colima es de calidad probada, se le debe dar más certidumbre a los docentes que apliquen el examen: debe haber total transparencia del proceso y que el maestro o maestra conozca, a detalle, cuáles fueron sus errores y aciertos en la evaluación; esto para una correcta regularización y capacitación posterior.

Es una verdad insoslayable que el hecho educativo se da en las aulas, en los salones de clase, por lo que la evaluación debe ser integral y dar un mayor peso al proceso pedagógico realizado en el salón, con los estudiantes, y que no sea determinante los que se responda en un examen, en el que pueden influir un sinnúmero de factores.

Dos puntos:

Toda la sociedad, incluso los maestros de nuevo ingreso y los que están todavía en formación, coinciden en que los mejores deben estar frente a las aulas. Y se debe conocer cuáles son los mejores docentes de manera transparente y con una evaluación que no deje de lado el hecho educativo en las aulas, donde se construye el aprendizaje.

De esto depende, en gran medida, el éxito de la Reforma Educativa, que sin duda tiene más pros que contras.