Carta dirigida M. en C. Eduardo Hernández Nava
H. Rector de la Universidad de Colima.
“Para todos, justicia; para los amigos, favor y justicia.” (Benito Pablo Juárez García).
“Te venimos a ver, Benito, en nombre de tu pueblo, para decirte que tiene mucho gusto en que seas el gobernador, Tú conoces lo que nos hace falta y nos lo darás, porque eres bueno y no te olvidarás que eres de nosotros. Como no te podemos dar otra cosa, recibe esto que te traemos en nombre de todos.” (Relato de Felipe García, de Guelatao, primo hermano de Benito Juárez).
Resulta obvio Señor Rector, cuestionarle el porqué no alzó su voz, al ser testigo del espectáculo bochornoso de cómo el personal de seguridad privada, en contubernio con miembros de la Federación de Estudiantes Colimenses y otros elementos, (cuya presencia no vale la pena resaltar por su bajeza moral) agredieron de forma física y verbal a los estudiantes pertenecientes al Movimiento Estudiantil Disidente (MED).
Asimismo, debe tener en cuenta las circunstancias en las cuales, frente a ciertos miembros de la comunidad universitaria, usted signó el acta que le confirió el nombramiento de «Rector Electo». Cabe aclarar que dicho evento protocolar, transcurrió detrás de un muro camaleónico formado por vasallos, que trataron desesperadamente e inútilmente, de dar un aspecto legítimo a una acción bastarda y arbitraria; motivada por intereses mezquinos, los cuales, nada tienen que ver con las necesidades de nuestra casa de estudios.
Tales hechos, demostraron de forma concreta dos situaciones contradictorias presentes en nuestra comunidad; por un lado, la miseria de un grupúsculo de sátrapas que se sienten los dueños de la institución y por otra parte, la expresión valiente de una veintena de jóvenes, que conscientes de sus derechos; protestaron frente a lo que a todas luces fue un atropello, situación que debe exaltarse como el principio (no el final como a algunos les gustaría) de una lucha que tarde o temprano culminará con el establecimiento de una Universidad libre y ajena a principios políticos cuestionables.
Como orgulloso compañero de este grupo de jóvenes, Maestro Hernández Nava, lo invito a revisar las ideas, propuestas y fundamentos de los miembros del MED; ya que estas sólo expresan un añejo deseo de despertar conciencias y no fines obscuros como a veces se especula.
También le digo públicamente, que sí usted desea genuinamente propiciar un ambiente basado en una universidad con «responsabilidad social», tiene ante sí la obligación de cumplir con las ofertas de dialogo y reforma que les fueron prometidas a los integrantes del MED, por lo cual, es indispensable que su administración, mande una señal inequívoca de que su propuesta de gestión es en verdad seria y no un discurso vacuo, que podría caricaturizarse con la frase de: «lo mismo…pero más barato».
En este sentido, lo conmino a entender, que el destino le ha brindado una oportunidad dorada a su persona, para reconstruir y posiblemente reivindicar, una transformación moral en nuestra máxima casa de estudios, donde sólo usted tiene la posibilidad de trazar un nuevo destino para nuestra Alma Máter, que lo haga pasar a la historia como el Rector más ilustre, el cual, estableció la guía para establecer una verdadera democracia en la Universidad de Colima.
Sr. Rector, le pido a que enfoque sus esfuerzos para evitar la involución de nuestra institución, situación que nos podría llevar a un estado análogo al de la decadencia de la Antigua Grecia, periodo histórico donde esta magnífica civilización, se cubrió de ignominia, al ser dominada por las inferiores fuerzas de Filipo, donde los hijos griegos sólo buscaron sus mejoras personales y no el amor a su patria, situación que condenó a dicha cultura a su declive definitivo.
Finalmente, nunca olvide que Maestro, es aquel que lo puso a usted delante de mí y a mí delante de usted.