Reforma educativa o capitalismo académico

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“La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados “ignorantes” son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una “cultura del silencio”.

– Paulo Freire

Dando por iniciado el sexenio y tras una nube de distractor salé a la luz la pretensión de la Reforma Educativa, justificada bajo la idea de que esta servirá para la transformación del país, pero en realidad es importante analizar paso a paso que es lo que en realidad pretende esta reforma que, como podemos recordar, en ocasiones anteriores, las pretensiones han sido reformar para contribuir al capital, mercantilizando la educación y haciendo de esta un producto al servicio de unos cuantos.

Según los datos que presenta la OCDE (Organización para la Cooperación y el desarrollo económico), en la prueba realizada del Programa Internacional de Evaluación a Estudiantes, México ocupó el lugar 48 de 65 países evaluados, lo cual evidentemente nos deja claro que existe una necesidad de regularizar la aplicación del artículo tercero constitucional y de reformas integrales que garanticen educación de calidad, laica y científica para el estudiantado de todos los niveles escolares.

Entrando en el tema de la reforma presentada y aprobada por el pleno de San Lázaro en Diciembre del año pasado, según el secretario de educación Emilio Chuayffet, el propósito de esta reforma es crear un servicio profesional docente que tenga en cuenta el desempeño profesional de los maestros, sin la interferencia del sindicato, también habla de un sistema de evaluación desarrollado por un organismo autónomo, además del establecimiento de escuelas de tiempo completo e impulsar el suministro de alimentos nutritivos, entre otros puntos más. Sin embargo, se ha hecho especial hincapié en la necesidad de un proceso de evaluación y selección del profesorado sin la intervención sindical, lo cual deja entrever que una de las posibles pretensiones de esta reforma es quitarle el control a la dirección del SNTE y establecer “organismos autónomos” que se encarguen del trabajo, pero entonces cabría preguntarse ¿Quiénes serán esos organismos?

En realidad, no hay en la reforma muchas novedades, no se pretende mejorar la enseñanza en México sino adaptarlo al modelo empresarial y su propuesta no es novedosa, la solución que propone es delimitar que los profesores son el problema en la educación por tanto, la evaluación y el control por medio de agentes externos se debe fortalecer, no tiene nada que ver con planes educativos ni con la bondad de cuidar de los miles de niños que llegan carentes de alimentos a las escuelas o que necesitan caminar horas para poder llegar, realmente es quitar un personaje del control para enfatizar en otro, y si no, recordemos que en Marzo del año pasado la cúpula empresarial de México se pone como meta impulsar una reforma educativa donde se hablaba precisamente de escuelas de tiempo completo y la creación de consejos estatales, lo que también significaba fortalecer la responsabilidad del estado de brindar educación, es curioso que al momento que Peña Nieto toma el poder su primer acto sea una reforma educativa con las mismas líneas que proponía la red de empresarios a la que pertenece la Coparmex. Entonces esto se ha vuelto un forcejeo constante entre el gobierno y el sindicato de maestros, cada uno lanzándose la bolita para buscar culpables de la poca calidad educativa en México, pero además luchando por el poder de maniobra de un organismo que controla firmemente el manejo de esta; sin que importe la necesidad de brindar educación de calidad al estudiantado de cualquier nivel educativo y mucho menos garantizar la correcta aplicación del Artículo tercero constitucional.

“Es claro que la educación dejó de ser un derecho humano básico para convertirse en una de las ramas que domina el lucro desmedido. Y ha sido la juventud, la portadora del futuro de la sociedad, la más golpeada con esta aberración de la lógica del neocapitalismo tardío y sus dogmas neoliberales mercantilistas”.