Para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el reciente aumento de un peso a la tarifa del transporte público se volvió un asunto que demuestra el interés electorero de quienes “acceden a los cargos del poder”.
Juan Óscar Vázquez Chávez, presidente del PRD, opinó que los dos recientes incrementos a la tarifa que se han dado pocos meses después de las elecciones son “un asunto manejado de manera discrecional para no caer de las simpatías de los colimenses”.
El líder perredista comentó que quienes acceden a los cargos públicos tras los tiempos electorales hacen totalmente lo contrario a lo prometido con “medidas lesivas para los colimenses”.
Por su parte, a través de un comunicado de prensa, Morena criticó la “visión política tan limitada que recorrió este debate, (demostrando) los intereses electoreros de quienes se colgaron del tema”.
Durante el mes de octubre, la Federación de Estudiantes Colimenses (FEC) realizó dos marchas estudiantiles en Colima y Manzanillo exigiendo un mejor servicio y oponiéndose al incremento de la tarifa.
También, el Congreso del Estado hizo un exhorto al gobierno estatal para evitar el aumento del precio del servicio público que el pasado 2 de noviembre alcanzó los $6 pesos en Colima, Villa de Álvarez y Tecomán, y $7 pesos en Manzanillo con el aval de la FEC.
“¿Qué pasará con los que combatieron esta medida? ¿Esperarán hasta un nuevo aumento para manipular el tema y presentarse como defensores del pueblo?”, cuestionó Morena.
Ambas agrupaciones políticas coincidieron que hay una falta de interés del Gobierno del Estado por tener un transporte público eficiente.
El PRD considera que las unidades están en condiciones deplorables, además de no existir correspondencia entre el mejoramiento del servicio y el aumento de tarifa, “hasta ahorita no vemos una medida de cuál va ser el mecanismo que irá mejorando las unidades”, expuso Vázquez Chávez.
Mientras que Morena opina que el problema del transporte público no se reduce al aumento de tarifas sino que también debe tomarse en cuenta el pésimo servicio, “no hay un orden en los horarios, las rutas son modificadas constantemente y bajo criterios que nadie conoce, las paradas no están definidas, (y existe) falta de planeación adecuada”
“Hay que invertir en infraestructura, capacitación, mejoramiento de unidades. (Esto es) un problema social que quiere atención política, (pero) pocos son los interesados en tratarla seria y objetivamente”, finalizó Morena.
IMAGEN: ARCHIVO.
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A continuación el comunicado completo del Movimiento de Regeneración Nacional:
Una vez aprobado el aumento a las tarifas de transporte público, ¿qué pasará con los que combatieron esta medida? ¿Esperarán hasta un nuevo aumento para manipular el tema y presentarse como defensores del pueblo? Con la visión política tan limitada que recorrió este debate, solo se demuestran los intereses electoreros de quienes se colgaron del tema, y sobre todo, se demuestra una falta de atención a las demandas ciudadanas.
El problema del transporte público en Colima no se reduce al aumento de las tarifas, pero esto es un detonante del hartazgo de los usuarios, puesto como es evidente, existe en el Estado un pésimo servicio: no hay un orden en los horarios, donde incluso los camiones pueden tardar hasta una hora en pasar, las rutas son modificadas constantemente y bajo criterios que nadie conoce, las paradas no están definidas y muchas veces quedan a criterio de los choferes; estos problemas se agravan durante las horas pico, donde la falta de planeación adecuada contribuye al congestionamiento del tráfico. Otra cuestión son los horarios, si bien teóricamente el servicio deja de prestarse a las diez de la noche, en muchos de los casos a las 9 ya no pasan camiones o su aparición es incierta, cuando las actividades cotidianas en Colima ya no terminan a estas horas, este problema afecta a la población en general, incluso repercutiendo en cuestiones de seguridad.
Entonces si bien ahora nos preocupo el aumento de tarifas, lo sustancial es una demanda social que no se reduce a un costo, sino al servicio en general, y este tema si bien ha sido recogido por la prensa a partir de sondeos entre la opinión pública, no se ha instalado en el debate político. El congreso exhorta al gobernador para no aumentar la tarifa, pero en ningún momento ha puesto en cuestión el incumplimiento del Estado en regular el sistema de transporte público.
En 2010 unos alumnos del tecnológico de Colima crearon un sistema de información para el transporte público en la zona metropolitana Colima-Villa de Álvarez, este software facilitaba la supervisión del servicio a través de ofrecer un seguimiento de unidades, rutas, horarios y hasta ingresos para el interés de los concesionarios. Pero de poco nos sirve que el trabajo de los estudiantes y las escuelas en el Estado construyan tecnología de alta eficiencia cuando todo el sistema de transporte es un desorden. Es grave porque se están desperdiciando oportunidades de empleo, de creación de recursos y de tener un trazo urbano realmente sustentable o por lo menos de calidad; detrás de todo esto hay prácticas de corrupción, impunidad y falta de interés por las demandas de la sociedad, sobre esto impera un monopolio donde se coluden funcionarios, políticos y concesionarios. El tema va más allá de las voluntades de los transportistas y los políticos, esto llama al Estado y sus obligaciones. Tenemos que exigir al Estado, poner a funcionar las leyes y mecanismos existentes, modificarlos o crear nuevos
Hay un olvido y falta de interés en tener un transporte público eficiente en el Estado, las vialidades son adecuadas al automóvil y las necesidades del crecimiento comercial, no de las personas; algunos expertos señalan que una ciudad eficiente debería tener al menos el 50% de la población como usuaria del transporte público, en Colima aproximadamente el 10% de los ciudadanos usan este servicio [1], y seguramente muchos bajo la premisa de pronto tener la posibilidad de no usarlo. Entonces si no hay demanda, lógicamente los costos son altos y vienen los problemas que tenemos ahora. Hay que invertir en infraestructura, capacitación, mejoramiento de unidades, y con todo ello podríamos generar empleo pero sobre todo, dar un giro a la calidad de vida en esta ciudad donde parece increíble el nivel de congestionamiento vehicular.
Estas cuestiones son un problema social que requiere atención política, más allá de posiciones desgarradoras por tarifas de un transporte que las élites políticas y estudiantiles no usan, esto no es más que oportunismo mediático. El problema continúa y al parecer, pocos son los interesados en tratarlo seria y objetivamente.
[1] http://ciudadvisible.wordpress.com/2011/07/13/la-crisis-del-transporte-publico-en-colima/
Movimiento de Regeneración Nacional
Comité Ejecutivo Estatal de Colima