¿De dónde viene y qué hacer ante el gasolinazo?

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El motor de la economía capitalista son los hidrocarburos, en especial la gasolina. Sin ella difícilmente se podrían producir y distribuir las mercancías, de ahí su enorme importancia. El acceso a este combustible se encuentra hoy en una situación de incertidumbre debido a la política del gobierno federal de liberalizar su precio de forma gradual a partir del 1 de enero de 2017.

Liberalizar la gasolina no es otra cosa que dejar que el “libre mercado” defina su precio para fomentar la importación de gasolina del extranjero sin restricciones, con lo cual su precio variará, incluso durante un mismo día. El “libre mercado” no es otra cosa que la traducción de la ambición transnacional de expandirse hacia nuevos mercados como el de México, un país donde en 1938 los empresarios petroleros fueron expulsados por el presidente Lázaro Cárdenas con un enorme respaldo popular.

Desde entonces, los hidrocarburos de nuestro país han estado al acecho de las mismas compañías que fueron expulsadas. El 2 de diciembre de 2012, un día después de que Enrique Peña Nieto asumió la presidencia, se firmó el  “Pacto por México”, en el que los principales partidos políticos se comprometían a impulsar diversas iniciativas, entre las que destacaban la aprobación de las reformas estructurales que faltaban para ahondar el modelo neoliberal. Las más importantes eran la reforma energética, la educativa y la fiscal.

Dicho pacto se desmoronó con el paso de los meses, no sin antes haber logrado su principal objetivo que era profundizar el proceso  de despojo del país en una triangulación maquiavélica de complicidades: la Reforma Energética fue aprobada por el PRI en alianza con el PAN y el Verde. Con eso se ponían fin a PEMEX, símbolo de la soberanía nacional sobre sus propios recursos, la cual, pese al abandono histórico por parte del Estado, seguía aportando alrededor del 40% del presupuesto nacional.

Para compensar la disminución de este ingreso a las arcas públicas, el gobierno federal logró que el PRI y el PRD aprobaran la Reforma Fiscal que incrementó los impuestos en bienes de consumo. Ante la anunciada liberación del precio de los combustibles, organizaciones políticas de izquierda y la ciudadanía en general se comienzan a organizar para hacer frente a la inflación en todos los productos y servicios que se originará por el incremento del costo de la gasolina.

Son muchas las acciones que se han planteado, algunas de forma espontánea y otras más organizadas. Desde el boicot económico con la convocatoria a no cargar combustible durante los días 2, 3 y 4 de enero, hasta la protesta en calles y plazas. En la ciudad de Colima, el Frente Colimense en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, junto con otras organizaciones sociales y políticas, convoca a estar presentes el lunes 2 de enero a las 16:00 horas en la Glorieta del DIF para marchar hacia el Jardín Libertad.

La movilización conjunta nos hace tener conciencia de que todas y todos nos necesitamos, que formamos parte de una comunidad y que podemos emprender acciones conjuntas para detener las políticas que atentan contra nuestros recursos, nuestros derechos y nuestro bienestar. Sólo la acción popular puede detener la ambición de unos pocos que han saqueado el país.